La semana pasada, Fáctica tuvo la oportunidad de asistir a la exposición, situada este año en la zona más exclusiva y lujosa de la capital: el barrio de los Jerónimos. Uno de sus señoriales edificios de principios del siglo XX ha sido la sede para celebrar su 25 aniversario. Sus 2.800 m2, distribuidos en siete alturas, se han organizado en 67 espacios decorados, en los que diseñadores, arquitectos e interioristas han proyectado ambientes de diferentes tipologías: desde salones y dormitorios hasta estupendas cocinas y cuartos de baño, pasando por habitaciones infantiles y rincones llenos de creatividad.
Fue un día intenso en el que pudimos descubrir las últimas tendencias en interiorismo y decoración.
Para esta temporada que entra proponen la combinación de materiales de vanguardia con novedosas formas de instalación, creando con los revestimientos efectos espectaculares. Así, pudimos ver cómo los materiales de siempre, como la piedra o la madera recuperada, encajan en decoraciones modernas y vanguardistas. Además, sus posibilidades decorativas se multiplican al combinarse con diferentes materiales para formar diseños con carácter y el juego que ofrece el mosaico a la hora de crear soluciones customizadas para cada proyecto.
Los techos también han tenido su protagonismo. No faltan las molduras decorativas, no solo para ambientes clásicos y recargados, sino también en estancias de carácter contemporáneo que adquieren un aire elegante y muy atractivo. Junto con ellas, aparecen materiales como papeles pintados, tableros de madera, telas y elementos vegetales, tal como ha realizado Izaskun Chinchilla en el auditorio.
También hemos encontrado soluciones prácticas y elegantes para el elemento imprescindible de las casas actuales, la encimera, ya sea como parte de la cocina o como una barra de bar en el salón, y que puede realizarse a base de distintos materiales (cuarzo y resina, piedra natural, madera maciza, laminados, cristal…).
En cuanto a tonalidades, el gran protagonista de la temporada es el color azul en toda su gama cromática. El color ha invadido todas las estancias dotando de fuerza y expresividad cada uno de los rincones. Además del azul, los tonos dorados, amarillos y mostazas, así como los colores pastel se posicionan como los grandes aliados de los pequeños detalles, como tapices y cojines. El sillón de terciopelo en forma media luna es el “must have”.
La arquitectura americana de los años 50, Mid Century Modern, con sus líneas futurísticas se ha convertido en uno de los pilares de la muestra en su versión más moderna y renovada, con líneas sobrias, madera y figuras geométricas como grandes protagonistas.
Espacios como cocinas y baños se integran con el resto del hogar, destacando la calidad de los materiales y la pureza de los acabados, sin perder de vista la practicidad para convertirlos en habitaciones multifunción, en los que poder realizar diferentes tareas a partir de la integración de los diferentes muebles.
Los motivos botánicos, tejidos naturales, el color verde, estampados tropicales y los elementos vegetales, cobran fuerza e invaden el hogar para convertir cualquier espacio en un auténtico oasis de paz y tranquilidad.
En definitiva, se lleva de todo. Tendencias como combinar texturas, los tonos de las piedras preciosas y los minerales, los espejos antiguos, los apliques de pared con un toque 'arty', el estilo historicista, la cerámica rústica y otras técnicas artesanas aplicadas a lámparas y objetos decorativos, las cocinas para vivirlas de gran tamaño, la madera sin tratar, la fotografía en el baño o la cocina; y, sobre todo, mezclar, eso sí, con osadía.
En resumen, una edición atrevida, ecléctica, con mucho color, toques metalizados, superficies recubiertas con diversos materiales y sofisticados proyectos de iluminación.